Pintar suele verse como el paso final de una renovación, pero en realidad es una de las herramientas de diseño más poderosas en la mejora del hogar. La pintura, tanto interior como exterior, va mucho más allá de renovar paredes: define la atmósfera, protege las superficies, resalta los elementos arquitectónicos y aumenta el valor general de la propiedad.
La sala ha evolucionado. Ya no es solo un lugar con un sofá y un televisor—se ha convertido en el corazón del hogar, donde las familias se reúnen para ver películas, deportes, jugar y compartir momentos. Sin embargo, con demasiada frecuencia, este espacio no refleja la importancia que tiene. Cables expuestos, muebles sin armonía, mala iluminación y una pantalla montada de forma básica hacen que el ambiente se sienta poco atractivo.
Una remodelación de baño es una de las mejores inversiones que puedes hacer en tu hogar. Ya sea que estés renovando por comodidad, estética o para aumentar el valor de reventa, hacerlo bien puede marcar una gran diferencia. Pero ¿cómo puedes asegurarte de que la remodelación no se salga del presupuesto, no se extienda demasiado y no te deje insatisfecho con los resultados?